DANZA
Nacho Duato baila en el Ateneo:"Me ha encantado volver a sentir al público y el escenario"
24 años después de bailar para el público, Nacho Duato se ha vuelto a subir a un escenario por un proyecto muy especial.
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Algo más de 330 afortunados, los que caben sentados en la Cátedra Mayor del Ateneo de Madrid, más los que se han pegado a las paredes del exquisito salón, han disfrutado esta noche de un único baile del bailarín y coreógrafo Nacho Duato, que celebraba así su proyecto Bailando con las estrellas.
Han pasado 24 años desde su última danza en público y el regreso, aunque breve, le ha llenado de buenos recuerdos. "Me encanta estar en el escenario. Yo me siento bailarín, coreógrafo y director de teatro, pero mi vida real ha invertido los términos: soy un director de teatro que hace coreografías y un bailarín que ya no baila", ha dicho.
Impecablemente vestido de oscuro, pantalón marengo y camisa azul marino, Duato (Valencia, 1957) ha convertido el cuerpo de la bailarina Luisa Arias en el 'Chello' que rasguea el maestro en la sublime interpretación del Preluido Suite número 1 de Bach.
Aunque parece "un baile sencillo -ha dicho el bailarín- este paso a dos es lo más difícil de mi vida, de verdad, hubiese preferido hacer algo más con todo el cuerpo, pero sentado, con un palo, con las gafas... Yo me muevo mucho, pero me ha encantado volver a sentir al público y el escenario".
En un coloquio abierto tras la proyección de un documental que recoge una serie de espectáculos nocturnos de danza dos pueblos de Extremadura, Magacela y Torrejón del Rubio, Duato reivindicó "una posición mejor" dentro de la cultura para la danza; recriminó que España fuera el único país sin compañía estable de danza, "ni de teatro", agregó.
El actual director Artístico del Teatro Mikhailovsky en San Petersburgo, ha desvelado que no tiene tele, que echa de menos los Estudio 1 de Televisión Española, y que su naturaleza le ha devuelto a "lo clásico": la danza clásica, el teatro clásico.
"Soy un hombre del regreso", ha dicho, cómodo y divertido, contando anécdotas, como la de una señora mayor que, tras ver el espectáculo de danza en los dólmenes de Magacela, le espetó que "cómo era posible que ella no hubiera visto esto antes".
Pero esta señora "tampoco habrá visto ópera ni teatro en TV; eso sí -ha soltado la bala Duato-, hay mucha cocina, variedades y gente que canta en la tele".
A su lado, el astrónomo Rafael Bachiller, director del Observatorio Astronómico Nacional y del Real Observatorio de Madrid, que colabora también con el proyecto 'Bailando con las Estrellas', que forma parte del programa "Creativa Rural", recordó que los artistas y los científicos deben ser "motores" para luchar contra la despoblación.
Duato ha reclamado con gracia que, además de cultura, lleven a los pueblos pequeños cajeros automáticos, y ha dado por buena la sugerencia de una persona del público para que se pongan más bibliotecas, "y centros culturales, también. Auditorios no, que están casi todos vacíos", ha zanjado.
Para Bachiller, sin embargo, nunca ha habido tantas posibilidades de disfrutar la cultura como ahora que las tecnologías la acercan tanto a la gente. Duato ha opinado que la tecnología no le gusta y menos mezclada con la danza. "Yo siempre les digo a mis bailarines que menos 'google' y más Gogol"
"La tecnología es como un martillo, si lo usas para hacer una mesa, muy bien, pero si le abres la cabeza a alguien...Ante la belleza hay que pararse, interiorizar. Uno no puede percibir la belleza pasando el dedo por el móvil", ha señalado, y ha añadido que, definitivamente, la videodanza no le gusta.
"No me gusta la tecnología mezclada con la danza, y menos la Inteligencia Artificial, aunque es muy graciosa", ha concluido entre risas.
Asimismo, anunció para la próxima primavera un encuentro en el teatro Coliseum de Barcelona con María del Mar Bonet, a la que lleva coreografiando desde los años ochenta. Un artículo de Alicia G. Arribas.
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