UN CUMPLEAÑOS ESPECIAL

Miguel Ríos celebró 80 tacos y la amistad sin egos con Ana Belén, Víctor Manuel y Serrat

Miguel Ríos ha celebrado su 80 cumpleaños de una forma muy especial, además de un épico concierto en Granada se ha reunido previamente con grandes amigos como Ana Belén, Víctor Manuel y Serrat.

Miguel Ríos, Ana Belén y Joan Manuel Serrat

Miguel Ríos, Ana Belén y Joan Manuel SerratAgencia EFE

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Miguel Ríos ha puesto como excusa su 80 cumpleaños para organizar tres días de fiesta con una doble cita para este pasado sábado, ya que el concierto de la noche tuvo como aperitivo una charla con Ana Belén, Joan Manuel Serrat y Víctor Manuel, sus cómplices en la gira El gusto es nuestro.

Como si fueran los teloneros del concierto que hubo el sábado noche y con un lleno absoluto, los "cuatro magníficos" que en los noventa del siglo pasado giraron por medio mundo con El gusto el nuestro se han reunido en Granada para soplar velas, recordar anécdotas y blindar su amistad.

Miguel Ríos ha ejercido de anfitrión y cumpleañero para una especie de sobremesa moderada por Iñaki Gabilondo a la que se han sentado Joan Manuel Serrat, Ana Belén y Víctor Manuel, presente pese a la distancias gracias a la videoconferencia.

El rockero granadino ha acordado esta cita con sus amigos para dar a conocer la fundación que lleva su nombre, pero también para regalar a los espectadores dos horas de morriña, risotadas, anécdotas noventeras y complicidad.

"Cualquier tiempo pasado no fue mejor, este momento es insuperable", ha resumido Miguel Ríos, que ha recordado ante un auditorio que agotó en horas las entradas para esta celebración cómo conoció a sus amigos, ese "grupete" que -junto a un ausente pero mencionado Joaquín Sabina- marcó una etapa musical en el país.

El granadino, que ha reconocido su querencia a decir adiós, ha descrito a una "Anita que afinaba de maravilla, como ahora", y a un "Vitorino" con el que componía la música de otro siglo en la California, una cafetería cercana a la Gran Vía de Madrid con una encargada que les dejaba pagar la comida a plazos.

Con las preguntas de Gabilondo para ordenar la típica charla de amigos, los cuatro artistas han recordado cómo se fraguó aquella gira de El gusto es nuestro, una propuesta que Sabina rechazó para irse con Los Rodríguez y "porque decía que íbamos a parecer El Consorcio", y a la que se sumó una Ana Belén encantadísima de hacerlo.

Y aunque entonces les dijeron que había amistades que se rompían en dos semanas de ensayos, los cuatro se pusieron a recorrer el país, y luego el mundo, en una gira con bolos y gastronomía que Gabilondo ha propuesto que se repita en un par de años.

Miguel Ríos, Ana Belén, Victor Manuel (video conferencia), Iñaki Gabilondo y Joan Manuel Serrat
Miguel Ríos, Ana Belén, Victor Manuel (video conferencia), Iñaki Gabilondo y Joan Manuel Serrat | EFE

Admiración sin egos

"Teníamos el respeto por encima del ego, os quería más de lo que me podía yo valorar. Siempre he pensado que era un placer, una alegría, compartir escenario con vosotros", ha añadido Ríos ante una Ana Belén que ha asegurado que por cariño no canta con cualquiera, que allí había y hay "admiración".

"Tenemos una relación con muchísimas aristas, pero ninguna araña", ha recalcado Víctor Manuel desde una pantalla ubicada en el centro de la mesa, esa desde la que se ha reído cuando Serrat contaba la cantidad de veces que le han preguntado a él por Ana Belén, incluso en un perfecto catalán.

Ana Belén ha desvelado que Serrat tiene una estrategia para salir airoso de cualquier escenario: "Hay un momento en el que pasan cosas, cosas tremendas. Cuando eso ocurre, dice que hay que tirarse al suelo desmayado y ya llamarán a un médico, te sacarán, y todo eso es ya ganar tiempo".

A pedradas o sin luz

En ese repaso a unos tiempos pasados que nunca serán mejores, según el cuarteto, Miguel Ríos ha recordado una actuación en al que el escenario "petó" y se quedó sin luz.

"El alcalde nos preguntó si era absolutamente necesario que hubiera electricidad para el concierto", ha apuntado el rockero en un relato de imposibles como ensayar una gira sobre Machado en un piso de alquiler en el que en cada habitación intentaba seguir el ritmo un grupo de músicos.

"La clave está en superar la envidia, lo demás va solo", ha apuntado Serrat, que ha reconocido que, durante esos dos años de gira solo discutieron una vez, en Granada y delante de un periodista que guardó silencio, una bronca por defender a amigos, Serrat a uno y Ríos a otro.

A este grupo de jovenzuelos con décadas de carrera los han recibido a pedradas en Ibiza, cuando Miguel Ríos salió de prisión "por fumar canutos" y Serrat era un "independentista rojo" en una ola anticatalana, pero también han agotado entradas. Como este sábado.

"Había gente que pagaba la entrada para insultarnos", ha reconocido este grupo que, además de cantar el cumpleaños feliz, ha vuelto a entonar a coro aquello de que 'Hoy puede ser un gran día'.

Un artículo de María Ruiz

Hablando en Plata» Estilo de vida

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