Medidas para luchar contra la artrosis y el envejecimiento

Según los últimos estudios realizados, para 2050 España será el país con mayor longevidad de sus habitantes. Gracias al estilo de vida que se lleva se han conseguido cifras muy positivas en cuanto a la esperanza de vida, llegando a 9 millones de personas mayores de 65 años, y a 3 millones que superan los 80 años.

Estas cifras tan positivas en lo que a calidad de vida respectan, provocan directamente que el número de personas que van a depender del Estado en el futuro aumente notablemente. Actualmente, un tercio de la población mayor de 65 años sufre algún tipo de discapacidad, mientras que el 20% cuenta con capacidades limitadas.

Por todo esto es fácil pensar que, en el futuro, las enfermedades que se tratarán con mayor frecuencia serán las relativas a la edad; como lo son la osteoporosis, la artrosis o la sarcopenia. Estas enfermedades atacan a la calidad de vida de la tercera edad, pero sobre todo a la de las mujeres.

¿Qué se puede hacer?

Ante esta previsión, la Ostheo Artritits Foundation International (OAFI) ha publicado un libro titulado Libro blanco del envejecimiento y la artrosis: problemas, retos y soluciones. En él se trata de contextualizar, de darle la importancia que merece este tema, y poner bajo el foco la necesidad de actuar, proponiendo medidas y soluciones.

Entre estas medidas que se proponen, se encuentran:

• Abandonar el rol pasivo del paciente: Es fundamental que, para que sea posible lidiar con tantas personas dependientes, el propio paciente sea capaz de cuidar de sí mismo. Siendo parte activa de su autocuidado y de su autogestión, la parte externa tendrá que realizar un trabajo más sencillo. Además, también se destacan las asociaciones de pacientes, ya que les pueden dar motivación y funcionan como interlocutoras con las instituciones públicas.
• Programas de salud pública: Se considera necesario, realizar programas sanitarios orientados a los cuidados de las personas mayores, de manera que se les pueda dar información sobre buenos hábitos saludables, acompañarles y darles un seguimiento. Además, la OAFI también aboga por aumentar el número de profesionales sanitarios en los centros para poder encargarse de las personas mayores, como en atención primaria, geriatría o enfermería.
• Política integral del Estado: Desde la OAFI también se piensa que, es importante crear una política que trate los principales problemas a los que se enfrenta este grupo poblacional. Para hacer esto se puede tratar de incluir a personas de este rango de edad en cuestiones políticas, realizar campañas de concienciación sobre el edadismo, facilitarles el acceso a una vivienda o eliminar las barreras que supone la necesidad de una prescripción para conseguir un medicamento.

Otras recomendaciones

Además de todas estas medidas más concretas y con un fin específico, dentro del libro blanco también se han recogido ciertas recomendaciones tanto para personas que sufren cualquiera de estas enfermedades como para el propio Gobierno, los centros sanitarios o a sus personas cercanas.

Entre las recomendaciones se pueden encontrar la valoración en profundidad de lo que significa la soledad no deseada para personas de esta edad, sobre todo si tienen poca movilidad por artrosis o alguna enfermedad similar; darse cuenta de que las instituciones sanitarias deben dedicar tiempo y recursos para crear un plan de actuación sobre estas enfermedades; potenciar el papel de los enfermeros y que la red de Oficinas de Farmacia participe dentro del proceso, fomentando el cumplimiento terapéutico.

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