MÚSICA

Un eterno Al Bano llena de nostalgia el Coliseum de Barcelona

A sus 80 años Al Bano sigue manteniendo un público entregado a sus grandes éxitos como así demostró en su última actuación en Barcelona.

Al Bano durante su concierto en Barcelona

Al Bano durante su concierto en BarcelonaAgencia EFE

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Si Al Bano no es eterno, por lo menos lo parece. El cantante italiano, quien marcó a una generación entera junto a su esposa y compañera musical Romina Power, ha regresado triunfal al Teatro Coliseum Barcelona después de una década, esta vez con su gira È la mia vita, en un concierto en el que ha entregado al público sus grandes éxitos.

El primer himno de la velada no se ha hecho de rogar: Al Bano, ataviado con su habitual sombrero panamá, su pañuelo blanco y un traje oscuro, ha empezado el recital con Volare, lo que ha permitido al público seguir el estribillo y lanzar la primera ovación de la noche.

A sus 80 años, o cuatro veces veinte, como él dice, al cantante se le hace imposible no hablar de la nostalgia. La nostalgia que sintió cuando llegó a Milán desde Cellino San Marco, su pueblo natal, y la que siente hoy cuando mira atrás y ve todo lo que ha dejado su carrera. Para enfrentarla, tanto entonces como ahora, canta Nostalgia caniglia, porque la nostalgia es algo que "te lleva cuando no quieres".

Al Bano durante su concierto en Barcelona
Al Bano durante su concierto en Barcelona | EFE


Uno de los recuerdos que construyen esta nostalgia es el de cómo el destino lo unió con los Estados Unidos. Sus dos primeros encuentros con el país americano fueron determinantes en su vida: en uno conoció a Romina Power, con quien formó dúo artístico y matrimonio. El otro fue con Michael Jackson después de que éste le plagiara I Cigni Di Balaka. Al Bano, sin demasiados rencores –deben ser cosas del tiempo, porque en su momento demandó a Jackson–, le ha dedicado el tema al rey del pop.

Cuando el músico echa la vista atrás, le resulta imposible no homenajear a aquellos que le han enseñado. Es por ello que al interpretar Azzurro ha recordado a Adriano Celentano, quien fue su maestro y de quien aprendió "todo lo que hay que saber para estar sobre un escenario", pese a que nunca haya llegado a "su nivel". Como a un gladiador que sale victorioso de la arena, el Coliseum se ha rendido a sus pies.

"Hoy, el Mediterráneo, más que un mar, es un cementerio de almas que están buscando la libertad", ha seguido inmediatamente después. A todas esas personas que se juegan la vida por encontrar un futuro mejor, Al Bano les ha deseado que hallen la libertad que encuentra una mujer en Amanda è libera. Con un solo de violín que ha arañado las entrañas de cada uno de los espectadores, el teatro le ha regalado una de las mayores ovaciones de la noche, que el cantante ha agradecido arrodillado.

Aunque el artista parezca eternamente joven, también necesita sus ratos de descanso. Es por ello que en los intermedios han salido a cubrir su ausencia sus hijos: en el primero, Yari ha versionado clásicos de cantautores como Leonard Cohen y Neil Young, mientras Jasmine Carrisi ha interpretado 'Nessuno' junto a su padre, justo antes de que este se retirara unos minutos.

A lo largo de las dos horas y media que ha durado el espectáculo, Al Bano ha cantado en español varias de sus canciones más populares. Como ejemplo, 'Sempre, sempre' terminada con un largo solo de bajo con aires de funk, 'Mattino', o 'Sharazan'.

En esta última, Al Bano se ha entregado del todo a su público, primero enfocando el micrófono a la platea para que esta le devuelva los coros, y después bajando entre los asientos para que alguno de los asistentes lo acompañara a pleno pulmón.

Sin embargo, el momento de mayor conexión con el auditorio barcelonés ha llegado tras versionar el 'Ave María' de Bach, pieza que cantó en numerosas ocasiones junto a Montserrat Caballé, "con quien cada concierto era como tocar el cielo", y para quien ha pedido que fueran todos los aplausos.

La eternidad no es solo una cuestión de tiempo, sino que para hablar de ella debe quedar siempre un resto inmaterial que cale en el entorno. En otras palabras, es necesario que haya una canción inmediatamente reconocible al ser tarareada, y 'Felicità', tema con el que ha terminado el recital, lo es. Solo con los primeros acordes el público del Coliseum ya se ha puesto en pie dispuesto a bailar, y que ha aplaudido durante varios minutos.

Tras esta actuación en Barcelona, Al Bano pasará por Madrid (Teatro Real, el día 22), Valencia (Palacio de Congresos, el 23) y A Coruña (Palacio de la Ópera, el 24).
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