INVESTIGACIÓN
Descubren una interacción entre genes que aumenta el riesgo de alopecia
Además de mejorar la comprensión de los factores genéticos que impulsan la FFA, los autores esperan que estos hallazgos puedan aplicarse para predecir el riesgo de su desarrollo.
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Científicos del King's College de Londres (Reino Unido) han descubierto que los cambios en dos partes del genoma trabajan juntos para influir en el riesgo de alopecia frontal fibrosante (AFF), un trastorno dermatológico muy molesto que se asocia con inflamación, cicatrices y pérdida irreversible del cabello, que afecta a un número cada vez mayor de pacientes en todo el mundo y está causada por factores genéticos y ambientales.
En este nuevo trabajo, publicado en JAMA Dermatology, los autores realizaron un metanálisis de cuatro cohortes de mujeres con FFA en el Reino Unido y Europa. Al examinar un grupo de genes inmunitarios conocido como complejo mayor de histocompatibilidad, que ayuda al sistema inmunitario a reconocer sustancias extrañas, identificaron diferencias genéticas específicas que interactúan con ERAP1 y aumentan el riesgo de desarrollar FFA.
Esta interacción entre genes es un fenómeno poco frecuente en la genética humana, conocido como "epistasis", que significa que el riesgo asociado a un gen es modificado por otro gen. Se han observado diferentes versiones de los dos genes implicados en esta interacción en algunas otras enfermedades autoinmunes, como la psoriasis y la espondilitis anquilosante.
Investigaciones anteriores han identificado que las variantes genéticas en los genes ERAP1 y ERAP2 estaban asociadas con la supervivencia a la Peste Negra, una plaga bubónica que azotó Europa a mediados del siglo XIV. Dichas variantes genéticas, que están asociadas con la protección contra la infección, también pueden hacer que las personas sean más propensas a ciertas enfermedades inmunológicas. Este nuevo estudio demuestra que este es el caso de la FFA.
El doctor Christos Tziotzios, profesor titular del St John's Institute of Dermatology del King's College de Londres y dermatólogo consultor de Guy's and St Thomas' NHS Foundation Trust, comenta: "Nuestro estudio es el estudio de asociación del genoma más grande jamás realizado sobre la alopecia frontal fibrosante (FFA), una afección inflamatoria y cicatricial que afecta casi exclusivamente a las mujeres. Desde que se describió la enfermedad en 1994, el número de personas afectadas ha aumentado drásticamente. Nuestro último hallazgo arroja más luz sobre la base autoinmune de la enfermedad y proporciona orientación para futuras investigaciones en el desarrollo de fármacos".
Además de mejorar la comprensión de los factores genéticos que impulsan la FFA, los autores esperan que estos hallazgos puedan aplicarse para predecir el riesgo de su desarrollo y allanar el camino para nuevos tratamientos. El equipo de científicos ahora está investigando la posibilidad de una prueba genética predictiva del riesgo de FFA, mientras explora el potencial de atacar ERAP1 con medicamentos altamente específicos como una nueva forma de tratar esta condición.
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