EFEMÉRIDES
Se cumplen 50 años del asesinato de Carrero Blanco
El 20 de diciembre de 1973 el entonces presidente del Gobierno español, Luis Carrero Blanco, fue asesinado por ETA. Hoy se cumplen 50 años de aquel atentado.
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En 1973 con un Franco debilitado de 80 años decidió dejar en manos de uno de sus hombres de confianza la presidencia del gobierno y por ello nombró al Almirante Luis Carrero Blanco como presidente del Gobierno, siendo la primera vez que el dictador cedía este cargo durante su mandato. Este movimiento era una forma de garantizar la continuidad del régimen tras la muerte del dictador.
Sin embargo, ETA frustraría estos planes cometiendo uno de sus asesinatos más violentos y que aún permanece en la memoria de aquellos que vivieron aquella época convulsa.
El 20 de diciembre, tras salir de misa y volver nuevamente a su casa junto al comisario de policía Juan Antonio Bueno y su chofer José Luis Pérez, más de 50 kilos de dinamita estallaban bajo su coche a la altura del número 104 de la calle Claudio Coello. La explosión fue tan grande que levantó el coche a una altura de 30 metros haciendo que este sobrevolara un edificio y quedara destrozado dentro de su patio interior y se abriera un gran cráter en el asfalto. Los tres ocupantes fallecieron en el acto.
Según contarían los propios etarras que lo asesinaron, esta operación a la que denominaron Operación Ogro llevaba más de un año de planificación. El comando Txikia compuesto por los etarras Jesús Zugarramurdi, Kiskur fue quién dio la señal a José Miguel Beñarán, Argala, para activar los explosivos. Iban disfrazados de electricistas y tras la explosión y la confusión huyeron hasta el coche donde les esperaba Javier Larreategi, Atxulo. Tras escapar, estuvieron escondidos en un piso franco en Alcorcón hasta que la presencia policial y la vigilancia disminuyó.
Los terroristas colocaron el material explosivo en un conducto previamente cavado por debajo del asfalto y aparcaron un coche en doble fila, para obligar al coche oficial que transportaba al almirante a disminuir la velocidad. Cuando el Dodge 3700 GT pasó por el punto exacto, hicieron estallar los explosivos. Esa misma noche ETA reivindicó el atentado.
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