Claves para una navegación segura en la tercera edad

La digitalización ha transformado la forma en que trabajamos, compramos, socializamos e incluso gestionamos nuestras finanzas. Este avance tecnológico, acelerado por la crisis sanitaria, ha traído numerosos beneficios a nuestras vidas, pero también ha generado nuevos riesgos, especialmente para la población mayor, que ha tenido que adaptarse rápidamente a un entorno virtual lleno de amenazas como el phishing y el fraude online. Con un 80% de personas entre 65 y 74 años conectadas a internet en 2023, según el CSIC, garantizar una navegación segura para este grupo se ha convertido en una prioridad.

El auge de la conectividad digital ha llevado a una mayor exposición a ciberataques, especialmente en España. En lo que llevamos de 2024 se ha convertido en el país más afectado por ataques de phishing, según el informe ESET Threat Report H1 2024. Estos ataques suelen centrarse en robar credenciales bancarias o información personal mediante correos electrónicos o mensajes fraudulentos que simulan ser de entidades confiables.

Para los mayores, que a menudo utilizan internet para comunicarse con familiares, informarse o realizar gestiones bancarias, el riesgo de ser víctimas de estafas es especialmente alto. Según el Barómetro MayoresUDP, el 85,1% de los mayores usan internet para enviar mensajes a sus seres queridos, mientras que un 80,8% lo utiliza para mantenerse informando. Sin embargo, la falta de habilidades tecnológicas y la falta de experiencia digital los convierten en un blanco atractivo para los ciberdelincuentes.

Consejos para la seguridad digital

Con el objetivo de proteger a los mayores de estos peligros la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI), ofrece consejos prácticos para ayudar a identificar fraudes y garantizar una navegación segura:

• Crear contraseñas seguras y fáciles de recordar: Es importante evitar datos personales como fechas o nombres familiares y optar por contraseñas de al menos 12 caracteres, que incluyan letras, números y símbolos. Una técnica útil es crear frases que combinen palabras y números. Además, se recomienda no usar la misma contraseña en diferentes sitios.
• Proteger los dispositivos con bloqueos de seguridad: Todos los dispositivos, como teléfono y tabletas, deben estar protegidos con un código de acceso, un patrón o la huella dactilar. Esto garantizar que, en caso de pérdida o robo, los datos personales queden resguardados y fuera del alcance de personas no autorizar.
• Pensar antes de actuar: Internet, al igual que en la vida real, está lleno de personas con malas intenciones. Es fundamental que los mayores eviten interactuar con mensajes sospechosos de remitentes desconocidos, ya sea por correo electrónico o por mensajes de texto. Nunca deben hacer clic en enlaces ni descargar archivos adjuntos sin verificar su autenticidad.
• Mantenerse aleta ante fraudes: La suplantación de identidad es una táctica común entre los ciberdelincuentes. Muchas veces se hacen pasar por bancos, empresas de mensajería o incluso instituciones públicas para engañar a los usuarios. Siempre es mejor contactar directamente con la entidad antes de seguir cualquier instrucción que llegue por un medio no oficial. Recordemos que las instituciones financieras nunca solicitan datos confidenciales por estos canales.
• Confiar en la ayuda de expertos: A pesar de los peligros, existen muchos recursos para proteger. Organismos como el Instituto Nacional de Ciberseguridad ofrecen guías y herramientas para una navegación segura. Es recomendable aprovechar estas iniciativas y mantenerse informado sobre los métodos más efectivos para protegerse de ciberamenazas.

Enseñar a los mayores que ellos mismos son la mejor herramienta de ciberseguridad es clave. La educación digital y la concienciación sobre los riesgos son esenciales para que puedan desenvolverse con confianza en el mundo online. Con un enfoque adecuado, podemos ayudarles a disfrutar de un entorno digital seguro, promoviendo un envejecimiento activo y saludable en la era digital.

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