CONTRA EL EDADISMO
John Glenn se convirtió con 77 años en la persona de mayor edad en viajar al espacio
Tras una vida como piloto, astronauta y político, John Glenn decidió regresar al espacio a sus 77 años, siendo la persona más longeva en hacerlo.
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El astronauta, político y piloto militar, John Glenn, nació en Ohio en 1921 en el seno de una familia de clase media. Desde pequeño sintió un gran interés por la aviación y el mundo que le rodeaba. Comenzó a estudiar ingeniería, pero sus estudios se vieron interrumpidos por el estallido de la Segunda Guerra Mundial, lo que le llevó a inscribirse en la Fuerza Aérea. Voló en más de 59 misiones y ganó varias condecoraciones, como la Medalla de Vuelo Distinguido. Tras la guerra continuó su carrera militar y se convirtió en piloto de pruebas, desarrollando nuevas aeronaves y realizando en el 57 el primer vuelo transcontinental supersónico sin escalas.
En 1959 fue seleccionado como uno de los primeros astronautas para el programa Mercury de la NASA, donde trataban de enviar un hombre al espacio y traerlo de vuelta a salvo. En el 62 realizó el vuelo y se convirtió en el primer estadounidense en orbitar la Tierra, completando 3 órbitas en 5 horas. Esto le hizo alzarse como un héroe nacional, y fue galardonado con la Medalla de la Libertad.
Tras esta misión, Glenn dejó la NASA en el 65 y redirigió su camino hacia la política, siendo elegido senador por Ohio, puesto que ocupó durante 24 años. Desde esta posición trató de promover la educación científica y la exploración espacial, y en el 84 intentó conseguir sin éxito la nominación presidencial demócrata.
En 1998, a sus 77 años, decidió regresar al espacio como parte de la misión STS-95 en el transbordador espacial Discovery, convirtiéndose así en el astronauta más mayor en volar al espacio. Esta misión le permitió realizar experimentos acerca de los efectos del envejecimiento en condiciones de ingravidez, reafirmándose como un explorador incansable, siempre dispuesto a contribuir al conocimiento humano.
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En diciembre de 2016 fallecía John Glenn a sus 95 años, dejando un legado que va mucho más allá de sus logros personales como astronauta y político. Su vida es un claro referente de valor, compromiso y curiosidad, siempre abogando por el progreso de la humanidad. Su trayectoria muestra la importancia de perseguir nuestros sueños, y que con trabajo y dedicación cualquier cosa es posible, independientemente de la edad. Su vida se mantiene como un referente para muchos, inspirando a una gran cantidad de personas a estudiar temas relacionados con la ciencia, y a luchar por aquello que consideran realmente importante.
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