NUEVA CEPA EN EXPANSIÓN
La viruela del mono preocupa de nuevo, ¿deben alarmarse las personas mayores?
Aunque la situación es preocupante, los expertos señalan que las personas mayores en España tienen un bajo riesgo de verse afectadas por este brote.
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La viruela del mono, conocida ahora como mpox, fue una de las crisis sanitarias más comentadas en 2022. Tras un periodo de calma, la preocupación regresa con la identificación de una nueva cepa en la República Democrática del Congo, que se ha extendido a varios países vecinos. Ante la rápida expansión del virus, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha vuelto a declarar la emergencia de salud pública de interés internacional.
En las últimas semanas, se han confirmado más de 100 casos en cuatro países africanos que no habían reportado infecciones de mpox anteriormente: Burundi, Kenia, Ruanda y Uganda. Incluso se han registrado un caso en Suecia, lo que ha generado inquietud en Europa.
En cuanto al posible impacto de esta nueva cepa en las personas mayores en España, los especialistas coinciden en que, a nivel individual, el riesgo para este grupo es relativamente bajo. Un informe reciente sobre los casos de mpox en España durante 2024 muestra que, de los 247 contagios reportados, solo ocho corresponden a personas mayores de 60 años, ninguna de las cuales superaban los 70. La mayoría de los afectados (62,8%) tenían entre 30 y 49 años, lo que sugiere que las personas de edad avanzada no son los más vulnerables a esta enfermedad.
Además, gran parte de la población mayor en España está inmunizada contra la viruela, ya que recibieron la vacuna en su juventud, antes de que se dejara de administrar en los años 70. Esto proporciona cierta protección cruzada frente a la mpox. Asimismo, el virus se transmite principalmente por contacto estrecho, lo que limita su expansión rápida y masiva, favoreciendo el control mediante intervenciones como la vacunación y otras medidas.
En cuanto a las recomendaciones de vacunación, por ahora solo se aconseja para grupos específicos: contactos estrechos con inmunodepresión, mujeres embarazadas, población infantil, y personas sanitario o de laboratorio en riesgo. También se sugiere una dosis preventiva para quienes tienen prácticas sexuales de alto riesgo o exposición ocupacional, con una segunda dosis tras 28 días si es necesario.
A pesar de la alarma, aún no se sabe si la nueva cepa será más peligrosa en Europa. En África, se estima que tiene una letalidad del 3%, pero el riesgo en la Unión Europea sigue considerándose bajo, por lo que no se plantea controles en las fronteras.
España cuenta con un stock de 500.000 vacunas, que podrían dividirse en dosis para ampliar su cobertura a dos millones de personas si fuera necesario. El Ministerio de Sanidad ha asegurado la posibilidad de adquirir más vacunas a través de la compra conjunta de la UE. Esta semana, las comunidades autónomas discutirán con el Ministerio la actualización de protocolos y la mejora de la vigilancia para optimizar la respuesta ante posibles brotes en el país.
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