RIESGO SOLARES EN MAYORES

Riesgo de la exposición al sol para la piel y la salud de los mayores

Tomar el sol tiene beneficios para la salud de las personas mayores, pero también conlleva riesgos importantes si no se hace con cuidado. Por lo que es crucial seguir pautas para evitar daños graves.

Mujer mayor protegida del sol

Mujer mayor protegida del soliStock

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Con la llegada del verano y el aumento de las horas de sol, muchas personas disfrutan de los beneficios del buen tiempo, incluyendo la exposición al sol. Sin embargo, para los adultos mayores, esta temporada de calor y luz presenta un desafío adicional: la piel envejecida se vuelve especialmente vulnerable a los daños solares.

Aunque el sol puede proporcionar beneficios como la producción de vitamina D, es crucial que las personas mayores tomen precauciones adicionales para proteger su piel.

Riesgo de la exposición al sol para la piel y la salud de los mayores
Riesgo de la exposición al sol para la piel y la salud de los mayores | Pexels
Según la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), la piel de los adultos mayores es especialmente susceptible a infecciones, lesiones y tumores por la exposición solar prolongada. El envejecimiento cutáneo es un proceso inevitable, pero la exposición directa y prolongada al sol puede acelerar significativamente este deterioro. Con el paso de los años, la piel sufre una serie de cabios: se pierde elasticidad, las capas cutáneas se atrofian y la capacidad de regeneración disminuye. Esto deja a las personas mayores con una piel más frágil y propensa a problemas como picos, cicatrización lenta y riesgo de quemaduras.

Para minimizar estos riesgos, crucial seguir estas recomendaciones básicas:

  • Hidratación constante: Mantener la piel hidratada es esencial para prevenir sequedad y facilitar la protección frente al sol. Esto se consigue bebiendo entre 1,5 y 2 litros de agua diarios y aplicando cremas hidratantes tras el baño con jabón neutro.
  • Protección solar adecuadas: El uso de protector solar con un factor de protección alto es imprescindible, incluso en días nublados. Las cremas con un SPF mínimo de 30 son las más recomendadas para personas mayores.
  • Control de la exposición: Limitar el tiempo al sol a no más de 15 minutos en verano, siempre en horarios de menor intensidad (antes de las 11:00 y después de las 18:00).

Desde el Instituto Nacional del Cáncer también se destacan otras medidas preventivas, como el uso de sombreros de ala ancha y ropa de tejido cerrado para cubrir la mayor parte posible del cuerpo. Además, las gafas de sol que filtran los rayos UV son esenciales para proteger tanto los ojos como la piel circundante.

La correcta protección de la piel de los mayores no solo previene molestias inmediatas, sino que también es crucial para evitar problemas graves a largo plazo, como el cáncer de piel. Con la edad, la exposición contralada al sol puede seguir siendo beneficiosa, siempre que se adopten las medidas necesarias para salvaguardar la salud.

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