SOBREGARCA DE LOS ABUELOS
¿Qué es el síndrome de la abuela esclava?
Cuando se tienen hijos, poder compaginar el trabajo con la vida familiar se puede convertir en una misión casi imposible. En muchas ocasiones, los abuelos tienen un papel fundamental a la hora de ayudar a los padres con esta conciliación. No obstante, como todo si se abusa, y estos abuelos acaban muy sobrecargados pueden llegar a sufrir el síndrome del abuelo esclavo.
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Pocas personas pueden conciliar la vida familiar con la vida laboral, sobre todo en el caso de que en esa familia haya niños pequeños, muchas tienen que hacer malabares para poder llegar a todo, cumplir con los horarios de trabajo y no dejar desatendidos a los niños.
Aunque existen formas de poder "llegar a todo" como contratar niñeras, extender los horarios o las actividades de los colegios, la solución más barata y fácil, siempre que se puede, es "tirar" de los abuelos. Muchas veces son ellos los que se encargan de recoger y cuidar de los niños mientras los padres terminan la jornada laboral o hacen otros recados. Por lo general, la mayoría de los abuelos suelen quedarse encantados y disfrutar de sus nietos, pero no hay que olvidar que son personas y tienen también sus vidas e intereses y no se puede pretender que estén siempre a disposición como cuidadores 24 horas los siete días de la semana.
Cuando se abusa de esta confianza o simplemente por la carga física y emocional que puede suponer, algunas personas pueden llegar a desarrollar el síndrome de abuela esclava.
Según la psicóloga Encarni Liñan, el síndrome de la abuelaesclava puede ser una enfermedad grave derivada de una sobrecarga física y emocional y que puede presentar síntomas físicos como hipertensión arterial, sofocos, taquicardias, cansancio, debilidad o decaimiento. También a nivel mental puede manifestarse como malestar general, ansiedad, tristeza o sentimientos de culpa.
Es un fenómeno que incluso está reconocido por la OMS como una forma de maltrato a la mujer.
¿Qué personas tienen más predisposición de padecerlo?
Según Liñan, las personas con más predisposición a padecer este síndrome suelen ser aquellas que tienen obligaciones extras además de sus labores diarias, (aquellas que cuidan nietos, personas enfermas...) aquellas que tienen familia numerosa. El perfil suele ser de mujer de mediana edad con una gran o quizá excesivo sentido del deber.
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