Problemas que puede provocar una mala circulación y cómo evitarlos

Un mal que suele afectar a las personas mayores sobre todo, pero que también puede llegarle a cualquiera, es el de la mala circulación. Este problema puede provocar síntomas que son fácilmente confundibles con otras enfermedades. Es por eso que, en el caso de no tener una vida muy activa, hay que estar al tanto para poder saber qué provoca estas afecciones.

Los problemas de circulación pueden surgir sin necesidad de tener problemas previos. Pueden originarse por malos hábitos como el tabaquismo, beber alcohol o el sedentarismo, por tener colesterol o nivel arterial alto, por tener sobrepeso, por el estrés, por tener ascendencia con ateroesclerosis o por la edad.

Síntomas habituales

El cuerpo es sabio, y cuando siente que la circulación no lleva el ritmo que necesita, lo manifiesta. Estas manifestaciones se muestran de varias formas, y cada síntoma puede indicar la gravedad del problema. De menor gravedad a mayor, podemos encontrar: arañas vasculares, varices o piernas hinchadas, hormigueo o calambres en los pies, cambio de color de las uñas de los pies, alteraciones en el color de la piel, agotamiento o lentitud en los movimientos, cambios de temperatura, piel seca, dura o acartonada, cicatrización lenta de heridas o claudicación intermitente.

Cuando estos avisos son ignorados, los problemas que provoca una mala circulación pueden llegar a ser: dolores en los pies y piernas sin haber hecho ejercicio o una mala cicatrización que puede desembocar en la creación de úlceras, unas úlceras que pueden llegar a gangrenarse y derivar en una amputación de miembro.

Cómo mejorar la circulación

La forma de mejorar el flujo sanguíneo no es costosa, de hecho, se puede hacer desde casa. Una de las más sencilla es no mantener la posición mucho rato; mientras se trabaja ir alternando de posición. Otras medidas que se pueden hacer desde casa son: dejar las piernas en alto para facilitar la subida de sangre y que fluya más cómodamente, utilizar calzado cómodo y ancho, hidratarse bien, evitar las fuentes directas de calor y llevar una dieta sana y equilibrada.

Además de estas opciones que se pueden considerar más cómodas, también se pueden realizar acciones fuera de casa. La primera y más básica es visitar al podólogo, utilizar medias de compresión, masajear los pies y realizar deporte. Al final estas medidas pueden servir para prevenir cualquier problema motriz, pero es que, es muy importante el consejo de un experto, y el deporte es fundamental para tener una vida sana en general.

Posibles tratamientos

Por otro lado, una vez es demasiado tarde, cuando se acude a un especialista, hay diferentes formas de tratar este problema. El método será uno u otro en función de la gravedad de la situación, pudiendo elegir entre espumas para rellenar arañas vasculares, un bypass de safena o fármacos venotónicos y estimuladores de circulación.

En resumen, una vida sana con una dieta equilibrada y con deporte frecuente debería valer para prevenir los problemas vasculares. Pero en el momento en el que se puedan reconocer síntomas de problemas de circulación, hay que acudir a un especialista para recibir un consejo profesional.

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