UN HÁBITO MUY COMÚN
¿Es malo chupar la cabeza de los langostinos? La ciencia desvela los posibles riesgos para la salud
En las comidas y cenas navideñas es común encontrarse en la mesa un plato de langostinos o gambones que devore todo el mundo. Algunos también aprovechan las cabezas, aunque esta práctica podría no ser del todo saludable según apuntan diversos estudios.
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Existe un debate desde hace varios años que surge en época navideña. Hay a quienes les gusta chupar la cabeza a los langostinos, gambas o cigalas después de haber comido el cuerpo del crustáceo y otros simplemente prefieren dejarla intacta.
Si perteneces al primer grupo los expertos traen malas noticias. De hecho, existen evidencias desde 2011, por parte de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, que desaconsejan su consumo excesivo.
Si bien es cierto que para llegar a niveles de riesgo para tu salud, deberías tomar medio kilo de gambas a la semana, según señala la Fundación Española de Nutrición.
Los motivos por lo que no es bueno chupar las cabezas de crustáceos
El principal culpable de esto es el cadmio, una sustancia tóxica que se puede encontrar en las cabezas de estos invertebrados, pues es ahí donde tiene el hepatopáncreas y donde se acumulan cantidades unas cuatro veces más altas que en el resto de su cuerpo.
La OMS lo califica como cancerígeno y se estima que puede permanecer en el cuerpo humano entre 10 y 30 años, pudiendo provocar daño renal, desmineralización de los huesos, problemas hepáticos y aumentar el riesgo de cáncer.
También, los expertos indican que la carne del cangrejo es la que tiene unos niveles más altos de cadmio y hay que tomarla con más moderación si cabe.
A parte del cadmio, los microplásticos son cada vez un problema mayor y las aguas del Mediterráneo contienen altos niveles de ellos, así como los animales que nadan en ellas.
Aunque no solo ello, pues el colesterol y otras bacterias si no se cocinan bien pueden acarrearnos problemas en nuestro organismo.
Por todo ello, la comunidad de nutricionistas recomienda quedarse solo con la parte del cuerpo y si se quiere disfrutar del sabor de las cabezas, muchos optan por hacer un caldo con ellas.
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