ESTUDIO ESPAÑOL
Investigadores sugieren que no todo el organismo envejece al mismo ritmo
Tras un estudio, investigadores españoles han descubierto que los marcadores del envejecimiento, los telómeros, que se acortan a medida que cumplimos años lo hacen a un ritmo diferente dependiendo del órgano en el que se encuentren.
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Investigadores españoles han descubierto que el proceso que siguen los telómeros -marcadores del envejecimiento que tienden a acortarse con la edad y el estrés- ocurre de una forma desigual en diferentes partes del cuerpo.
Los científicos, que han publicado los resultados de su trabajo en la revista Proceedings of the Royal Society, han sugerido que no todo en el organismo envejece a la misma velocidad.
Para llegar a este descubrimiento los investigadores han realizado un experimento durante siete meses con individuos de una especie de rana (Xenopus laevis) que lleva a cabo la metamorfosis, y se midió la longitud en cinco tejidos diferentes (músculo de la cola, corazón, hígado, intestino y músculo de la pata) durante su fase larvaria, la metamorfosis y después de la metamorfosis, hasta que alcanzaron la fase adulta.
"Este hallazgo es muy relevante porque sugiere que las transformaciones que experimentan los tejidos a lo largo de la vida implican distintas dinámicas de envejecimiento", ha señalado Pablo Burraco, investigador de la Estación Biológica de Doñana del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y autor principal del estudio.
En el caso del intestino, después de la metamorfosis los científicos observaron telómeros más largos que antes de la metamorfosis.
En la especie estudiada, el intestino sufre "increíbles" transformaciones durante la metamorfosis (de vegetariano a carnívoro) y los cambios observados en la longitud de telómeros parecen estar mediados por la existencia de un gran número de células madre en el intestino tras la metamorfosis.
Otros tejidos, como el corazón, experimentan pocos cambios una vez formado en fases tempranas, lo que podría explicar la ausencia de cambios en la longitud de sus telómeros a lo largo de la vida, protegiendo así su envejecimiento, ha explicado el científico.
El envejecimiento de los organismos se debe a la pérdida de funcionalidad de algunos de los órganos del cuerpo, un proceso que implica desde enfermedades cardiovasculares a desequilibrios nutritivos o el desarrollo de cánceres.
Por tanto, ha apuntado el investigador, "entender la dinámica de marcadores ligados a envejecimientos es una información valiosa para futuros estudios en esta dirección".
Los siguientes pasos en la investigación incluirían la manipulación de la longitud de telómeros en los distintos tejidos y comprobar si eso implica cambios en la función de las distintas partes corporales, además de estudiar los mecanismos que explican los cambios observados en la longitud de telómeros, con especial interés en el posible papel de las células madre.
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