SE LLAMA 'MR. BAH'
Inventan un robot capaz de evitar caídas a las personas mayores
Un grupo de ingenieros singapurenses han diseñado un robot que tiene la capacidad predecir, y luego sostener, a una persona antes de que se caiga. El invento tiene como objetivo "ayudar a las personas a caminar en casa sin temor a caerse", dándoles así mayor independencia.
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Las caídas en el hogar suponen uno de los mayores riesgos para la población mayor de 65 años. Un informe de la Universidad de Harvard cifró que entre el 30% y el 40% de las personas en esta franja de edad sufrían un accidente doméstico al año, llegando al 50% en el caso de los mayores de 80 años.
Actualmente existen un conjunto de robots que se utilizan en centros asistenciales. En cuestión de unos años, el ámbito tecnológico será un gran aliado, ya que cada vez más empresas están desarrollando dispositivos que puedan atender a las personas mayores en su día a día.
Del mismo modo, existen herramientas indispensables más rudimentarias para aquellos con problemas de movilidad como los andadores, asas para la ducha, zapatillas antideslizantes o elevadores para váteres.
No obstante, ingenieros de la Universidad Tecnológica de Nanyang, en Singapur, han desarrollado un dispositivo que evita caídas a las personas mayores o a pacientes de rehabilitación, entre otros grupos.
Este robot, apodado 'Mr. Bah', funciona a través de sensores que permiten detectar cuando el usuario pierde el equilibrio. Mediante unas correas ceñidas a la cintura, 'Mr. Bah' sostiene a la persona mucho antes de que toque el suelo.
Para ello, quienes lo usen deben atarse a este robot con ruedas que les seguirá allá donde vayan.
Por el momento, su eficacia ha sido absoluta ya que se ha probado en 29 participantes del hospital singapurense Tan Tock Seng con diversas dolencias como accidentes cerebrovasculares, lesiones cerebrales o de médula espinal.
El precio de salida de este robot estaría rondando los 3 mil euros para particulares y 20 mil para uso profesional en centros sanitarios.
Eso sí, aún queda camino que recorrer hasta su comercialización en masa, pues necesita una inversión de 4 millones de dólares para ser aprobado en Estados Unidos, Europa y China. Para llevar este producto a la venta se precisan entre 10 y 20 millones más.
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