La importancia de la vitamina K para un envejecimiento saludable

Las vitaminas sehan convertido en todo un amplio campo activo de estudio que perdura hasta hoy en día.Se tratan de unas moléculas orgánicas en forma de micronutrientes con grandes beneficios para el organismo, contribuyendo al funcionamiento psicológico y al metabolsimo. Las más conocidas son la vitamina C o D, pero también existen otras cuya importancia para la salud no pasan desapercibidas. Es el caso de la vitamina K.

Descubierta en la década de los años 30 por el danés Henrik Dam, esta vitamina surgió al detectar una sustancia dietética con efecto antihemorrágico. Es por ello, que se encuentra estrechamente ligada a la coagulación sanguínea.De esta manera, ayuda a mejorar la circulación, así como prevenir la calcificación arterial, disminuyendo, en consecuencia, el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas regulando la presión arterial.

En ese sentido, de acuerdo conun  artículo de Pablo García de Frutos,Director del Grupo de Hemostasia e Inmunidad del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona,la vitamina K desempeña un papel fundamental en la modificación de aminoácidos que componen las conocidas como "proteínas dependientes de la vitamina K". Entre ellas se encuentra la protrombina, una proteína producida por el hígado y que regula dicha coagulación. Estas proteínas son esenciales para las células del sistema inmunológico, las cuales ayudan a recuperar los tejidos dañados.

Del mismo modo, esta vitamina también resulta beneficiosa en otras partes del organismo. Concretamente, en la salud ósea.En ese contexto, colabora en la mineralizacióny el fortalecimientodelos huesos. Esto posee una especial importancia para las personas mayores ya que contribuye a la prevención de fracturas y problemas de movilidad, así como en enfermedades como la osteoporosis.

Cómo incluirla en la dieta

Pablo García de Frutos afirmaen dicho artículo que en personas adultas se dan deficiencias de vitamina K cuando existen trastornos en la absorción intestinal. Por lo tanto, basta con una dieta de variedad para poder cubrir la necesidad de este micronutriente. Dentro de ella, incluir alimentos verdes como las espinacas, la col rizada o el brócoli. La dosis diaria recomendada para este sector varía según la edad y el género, pero normalmente, oscila entre los 90 y 120 microgramos.

Por el contrario, se deberá evitar grandes ingestas de alcohol y aceite mineral ya que estos pueden inferir en la absorción de esta vitamina.

En definitiva, el hecho de no desangrarse cuando se hace una herida o que contribuyan a mejorar la fuerza de los huesos son algunas delasfunciones básicas de la vitamina K. A pesar de resultar desconocida para algunos, esta podría esconder el secreto de un envejecimiento saludable.