ALIMENTACIÓN

La hiporexia, o por qué las personas mayores pierden el apetito y cómo les afecta

Se trata de un trastorno de la alimentación que afecta especialmente al colectivo de la tercera edad y puede tener graves consecuencias en el organismo.

Persona mayor con dolor de tripa

Persona mayor con dolor de tripaiStock

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A medida que se van cumpliendo años, se producen diversos cambios tanto a nivel físico como emocional, pero también en el sistema digestivo. En ese sentido, la pérdida del apetito se transforma en un trastorno más común de lo habitual en este sector de la población. Es lo que se conoce como hiporexia.

Como ya se ha mencionado previamente, es un trastorno frecuente que, a pesar de los peligros que conlleva, no se considera como una enfermedad. Aunque puede surgir a cualquier edad, la hiporexia posee un especial riesgo para la saluden las personas mayores, ya que puede provocar, en consecuencia, problemas de desnutrición y, en el peor de los casos, la muerte de la persona.

Causas de la hiporexia

Hombre mayor triste comiendo
Hombre mayor triste comiendo | iStock

Los motivos detrás del origen de este trastorno pueden ser de orden fisiológico o psicológico. Entre las principales causas se encuentran en el inevitablepaso de los años.En ese contexto, el propio envejecimiento puede conllevar una falta de movimiento, por lo que no queman las suficientes calorías con las que luego retomar mediante la ingesta. Asimismo, el estómago también sufre el proceso del paso del tiempo, reduciéndose de tamaño y haciendo aparecer la sensación de la saciedad de una forma más temprana.

Otro de los factores que favorecen la aparición de la hiporexia son los problemas de masticación y deglución, lo que supondrá una menor ingesta de comida, disminuyendo la ganas de comer y acrecentando el rechazo a ciertos alimentos. Un rechazo que también lo puede provocar los medicamentos, como la morfina, codeína o quimioterapia.

Desde un punto de vista psicológico, el estado anímico también puede ser el causante de este trastorno. Tristeza, ansiedad, depresión por la pérdida de algún ser querido o incluso la soledad pueden conllevar a una pérdida del apetito.

Por lo tanto, aunque no siempre es fácil detectar la hiporexia, es necesario estar atento a las causas alarmantes que pueden provocarlo, demanera que se pueda detectar lo antes posible y prevenir consecuencias peores.

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