Un grupo de cinentíficos españoles encuentran una nueva técnica para tratar el Parkinson

El Parkinson es una de las enfermedades neurodegenerativas que afecta a un mayor número de personas en España. Alrededor de 150.000 personas sufren esta enfermedad y cada año surgen 10.000 casos nuevos, afectando al 1.6% de la población mayor de 65 años.

El síntoma más famoso y con el que más se relaciona esta enfermedad son los temblores, pero además, esta enfermedad trae consigo otras consecuencias como la rigidez muscular, los cambios en habla y en la escritura o la pérdida de los movimientos automáticos que hacen que la vida de la persona que los sufre se vea gravemente perjudicada.

La principal dificultad que plantea esta enfermedad a la hora de encarar su tratamiento, al igual que ocurre con otras enfermedades del mismo tipo, es que el cerebro cuenta con una protección natural llamada "barrera hematoencefálica", que impide que los fármacos actúen en la zona necesaria.

Llega un avance que aporta mucha ilusión

El ensayo publicado por la revista Science Advances y realizado, en conjunto, por HM Hospitales y el Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Enfermedades Neurodegenerativas, afirma haber encontrado la forma de pasar esta barrera natural del cerebro para llegar a la zona deseada. Esto se ha conseguido mediante una técnica de ultrasonidos.

Esta técnica ha sido probada en primates y, tras ver resultados positivos, se hicieron pruebas en pacientes con Parkinson y demencia. Tras analizar los cerebros de los simios sometidos a la prueba, se toparon con otra piedra en su camino. Una serie de anticuerpos que posee aproximadamente la mitad de la población hicieron que el nuevo remedio no funcionara correctamente, lo que haría que la efectividad bajara considerablemente.

Esto quiere decir que, aunque no se cuenta con una solución completa para el problema, se ha dado un paso de gigante en la investigación, superando la que parecía la prueba más difícil. El equipo se muestra optimista en cuanto a las posibilidades de que el proyecto acabe saliendo y de que el tratamiento pueda terminar saliendo.

Todavía se tienen que pulir detalles como la forma en la que llegan a la zona correcta, que llegue con las cantidades correctas o que se distribuya de la misma manera, pero esto supone un avance muy significativo dentro de este tipo de investigaciones. Gracias a esto es posible que se pueda ayudar a crear una cura, no solo para el Parkinson, sino otras enfermedades de índole similar.

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