7.500 MEDICAMENTOS PODRÍAN VERSE AFECTADOS
Los farmacéuticos piden precaución a la hora de conservar los medicamentos frente al calor
Algunos medicamentos agravan los efectos del calor en la salud, por este motivo el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos pide precaución a la hora de conservarlos frente a las altas temperaturas.
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El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) ha recordado este viernes que algunos medicamentos agravan los efectos del calor en la salud, como diuréticos, antiinflamatorios o antidepresivos, y ha apelado a una correcta conservación de hasta 7.500 presentaciones, la mitad de las comercializadas.
El CGCOF ha lanzado este aviso coincidiendo con el incremento de los termómetros en España, por lo que ha querido dar una serie de recomendaciones que han de cumplirse para esquivar el impacto de las altas temperaturas en la salud.
Por una parte, señala que hay fármacos que pueden favorecer la deshidratación o la pérdida de electrolitos, como los diuréticos; otros afectan a la funcionalidad del riñón, como los antiinflamatorios, y también hay algunos que interfieren con los mecanismos de pérdida de calor del cuerpo, como los antihistamínicos o tratamientos para el Parkinson.
Además, analgésicos como tramadol o antipsicóticos para esquizofrenia pueden aumentar de forma directa la temperatura corporal.
Por otro, los farmacéuticos explican que la mitad de las presentaciones de medicamentos comercializadas en España -7.500 de 15.000- precisan de especial precaución durante una ola de calor.
Sobre todo, aquellos que exigen ser conservados en nevera, como los indicados para el tratamiento de la diabetes o las vacunas, de los que en España se venden más de 1.000 presentaciones. De ellos, 400 son dispensables en las farmacias comunitarias y el resto son de uso hospitalario.
En estos casos, aconsejan utilizar una nevera portátil para transportarlos hasta casa y conservarlos a temperatura indicada -entre 2 y 8 grados-, utilizándolos tan pronto como se hayan sacado del frigorífico, especialmente en estas fechas en las que aumentan los viajes.
Para las vacunas que deben mantenerse en nevera, la operativa es la misma: entre el centenar disponibles en las farmacias, se encuentran algunas antigripales, indicadas frente a la hepatitis B o C o frente al rotavirus, que es una de las principales causas de diarrea grave en niños menores de cinco años.
Las recomendaciones de uso y conservación de los medicamentos y vacunas están recogidas en su prospecto, por lo que el CGCOF subraya la importancia que tiene su lectura antes de utilizarlos, así como de preguntar al farmacéutico en caso de duda, especialmente en los productos que necesitan de conservación especial, sea en frío o una temperatura inferior a 20 o 30 grados.
Aquellos que deben conservarse por debajo de 25 o 30 grados -que engloba cremas, pomadas, geles, supositorios y óvulos- tienen un límite superior de tolerancia; rebasar puntualmente estas temperaturas no tiene consecuencia sobre su estabilidad o su calidad, pero hay que supervisar las condiciones de conservación.
Por ejemplo, en cremas o pomada se puede producir una separación de las fases, en las que el medicamento deja de tener un aspecto homogéneo y se puede distinguir una parte acuosa o semisólida; en el caso de los óvulos o supositorios se pueden reblandecer. En estos casos, se recomienda evitar utilizarlos.
Asimismo, los estudios de los medicamentos que no comportan ninguna mención especial de conservación demuestran que no se degradan cuando son expuestos a temperaturas de 40 grados durante seis meses.
El CGCOF ha lanzado la campaña Cuidados del verano 2024, que incide en la importancia de usar una correcta fotoprotección; en este sentido, señala que los fotoprotectores orales nunca van a sustituir a los tópicos, sino que son un complemento que permite alcanzar una protección frente al sol más profunda e integral.
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