Un estudio sugiere que la esperanza de vida humana no ha alcanzado aún su límite

A lo largo de la historia, la humanidad ha experimentado aumentos en la esperanza de vida gracias a los avances tecnológicos y médicos. Lo cierto es que la longevidad de los miembros de una sociedad viene marcada por la calidad de vida que gocen, así como un clima no muy agresivo, una estabilidad geopolítica y una base alimenticia variada y abundante.

Así, España es uno de los países que puede enorgullecerse de tener una mayor esperanza de vida. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) la esperanza de vida de los españoles es de 83,1 años, tal y como recogían los datos en 2021, pudiendo las mujeres llegar a vivir hasta los 85,8 años de media y los hombres, a 80,2.

Sin embargo, parece que esta barrera en la media del rango entre los 80 y 90 años lleva tiempo sin superarse, al igual que los récords de personas vivas con mayor edad, siendo aproximadamente de 115 a 120 años. Por lo que numerosos científicos han tratado de responder la cuestión de si hemos alcanzado nuestro techo o nos queda más camino que recorrer.

Bajo esta premisa, un grupo de expertos de las universidades de Georgia y del Sur de Florida han elaborado un estudio que afirma que aún tenemos capacidad de vivir más años de los esperados actualmente.

Del mismo modo, han lanzado la teoría que explicaría por qué llevamos décadas sin experimentar un aumento de la longevidad significativo. Al parecer, sería debido a la que denominan "meseta de mortalidad", es decir, detenido. Los autores advierten que una gran cantidad de las personas entre 60 y 70 años soplarán las 100 velas cuando les llegue la oportunidad.

"El momento de estos episodios de aplazamiento de la mortalidad explica por quélos registros de longevidad han tardado tanto en aumentar en los últimos años", explican en el estudio, identificando "un potencial significativo para que los registros de longevidad aumenten para el año 2060" cuando las muestras más jóvenes alcancen una edad avanzada.

"Destacamos además que las cohortes nacidas antes de 1950 sólo tendrán el potencial de superar los récords de longevidad existentes si las opciones políticas continúan apoyando la salud y el bienestar de las personas mayores, y el entorno político, ambiental y económico se mantiene estable", profetizó uno de los científicos ya que tras la aparición del Covid-19 y su enorme efecto en la mortalidad de las personas mayores arroja que nada de esto es seguro.

No obstante, un aumento significativo en la esperanza de vida de las economías nacionales actuales tendría profundas implicaciones como el atraso del comienzo de la vida laboral o la prolongación de ésta, así como cambios en la estructura familiar, cultural o de consumo.

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