Descubren la molécula que puede retrasar el envejecimiento

Hay un mercado muy grande alrededor de cómo atrasar el envejecimiento. Muchas personas consumen productos antiedad cada día para camuflar esos efectos que el paso del tiempo provoca. Muchas empresas y farmacéuticas investigan cada día para dar con la fórmula que consiga retrasar este efecto completamente, y un nuevo descubrimiento puede revolucionar el mercado.

Este descubrimiento llega de la mano de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) junto a la Universidad de Leicester (Reino Unido); quienes han publicado un artículo en la revista Aging donde señalan que puede existir una proteína capaz de destruir las células viejas, sin afectar a las células sanas y, por lo tanto, de frenar el envejecimiento.

Aparentemente, el envejecimiento de la piel se produce cuando las células defectuosas, que se han deteriorado, se acumulan en la misma piel, provocando así el envejecimiento y las arrugas. El cuerpo tiene procedimientos para que estas células defectuosas no provoquen ningún problema, como tumores, pero no las elimina, sino que se quedan muertas. El encargado de limpiar estas células muertas es el sistema inmunitario, pero por motivos desconocidos, con el tiempo deja de trabajar correctamente y estas se acumulan en los tejidos.

Estos fármacos nuevos que se están estudiando se concentran precisamente en esto mismo, en evitar que se acumulen en los tejidos, aumentando la calidad y esperanza de vida. La molécula CUDC-907 es la nueva hormona en cuestión.

Lucha contra el cáncer y el alzhéimer

Esta partícula es capaz de realizar esta función y, además, también puede ayudar en la lucha contra el cáncer. El nuevo fármaco podría ser un complemento de la quimioterapia o de la radioterapia, ya que después de estas técnicas las células quedan inactivas, pero no desaparecen, pudiendo reactivarse eventualmente. Otro factor que invita al optimismo es que los efectos secundarios de esta hormona, ya que son limitados.

Los efectos tan positivos del CUDC-907 hacen pensar que se pueda utilizar en otras enfermedades degenerativas como el alzhéimer. El siguiente paso es probar el nuevo fármaco con los animales, y en caso de que las pruebas sean favorables, será que empiecen a probarlo en humanos. Hay muchas esperanzas puestas en estas investigaciones, que se espera, sean fructíferas.

Este es el alimento de la dieta mediterránea que evita el riesgo de morir por demencia