MUJER

El curioso síndrome en las articulaciones que padecen algunas mujeres en la menopausia

Se le conoce como síndrome del hombro congelado y puede tener graves consecuencias en la cápsula articular de las mujeres que lo sufren.

Mujer mayor con dolor en el hombro

Mujer mayor con dolor en el hombroiStock

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La menopausia supone un cambio drástico en el cuerpo de la mujer. Se trata del fin de la etapa fértil, pero también supone el comienzo de otra. En ese sentido, toda una alteración del cuadro hormonal que puede tener una serie de síntomas como sofocos, calores, mareos o malestar general. Sin embargo, existen otras dolencias que son experimentadas por gran parte de este sector de la población, pero que no han sido estudiadas lo suficiente.

Una de ellas es el dolor de las articulaciones. Esta condición clínica afecta hasta el 50% de las mujeres durante la menopausia. Dentro de ellas, es donde se encuentra el síndrome del hombro congelado u hombro rígido. También considerado como capsulitis adhesiva, se trata de una condición dolorosa que afecta, como su propio nombre indica, a la articulación del hombro e implica la inflamación y la rigidez progresiva de la cápsula articular del mismo.

El origen detrás de por qué esto sucedía resultaba desconocido hasta ahora. Y es que un estudio reciente de la Western University of Health Science de Oregón, en Estados Unidos, parece achacar esta condición clínica a los cambios hormonales. Concretamente, hace alusión a la reducción de los estrógenos del cuerpo, los cuales juegan un papel fundamental en la regulación del tejido conectivo, así como la lubricación de las articulaciones, de manera que, si no se produce lo suficiente, puede generar este tipo de rigidez y dolores en las mismas.

Menopausia precoz
Menopausia precoz | iStock

Entre los síntomas del síndrome del hombro congelado, los pacientes en la etapa inicial suelen experimentar dolores en el hombro, sobre todo durante la noche y al mover el brazo. A medida que transcurre el tiempo, la rigidez se vuelve cada vez más acentuada, de manera que dificulta el movimiento del hombro en todas las direcciones, llegando a afectar a las tareas simples del día a día como peinarse, vestirse o alcanzar objetos elevados.

Por lo tanto, las mujeres en fase de menopausia y que padecen síntomas del síndrome de hombro congelado deben buscar un tratamiento médico adecuado en la fase más temprana posible. De esta manera, evita complicaciones a largo plazo, facilitando esta nueva etapa de su vida y que tantos cambios generan en todos los niveles.

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