SALUD Y PREVENCIÓN

El consumo excesivo de carne roja aumenta el riesgo de diabetes tipo 2

Un estudio reciente alerta sobre el aumento del riesgo de diabetes tipo 2 asociado al consumo habitual de carne roja y procesada. Las recomendaciones sugieren limitar su ingesta.

¿Es la carne roja perjudicial para la salud?

¿Es la carne roja perjudicial para la salud? Kurt Bauschardt I Flickr

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Un reciente análisis internacional, publicado en The Lancet Diabetes and Endocrinology, confirma que el consumo excesivo de carne roja y procesada está vinculado a un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. El estudio, realizado por un equipo de la Universidad de Cambridge, analizó los datos de 1,97 millones de personas en 31 cohortes de 20 países diferentes, revelando que ingerir 50 gramos diarios de carne procesada incrementa en un 15% las probabilidades de padecer diabetes en los siguientes 10 años. Asimismo, consumir 100 gramos de carne roja no procesada diariamente aumenta el riesgo en un 10%.

La investigación ha sido considerada una de las más completas hasta la fecha, consolidando la evidencia que relaciona el consumo de carne roja y procesada con la diabetes tipo 2, una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo. Estudios previos ya habían señalado este vínculo, pero los resultados eran dispares y no del todo concluyentes. Esta vez, al usar la base de datos global del proyecto InterConnect, los investigadores lograron un análisis más robusto, reduciendo los sesgos habituales al incluir información armonizada de diversas regiones del mundo.

El estudio también abordó el consumo de carne de aves, como pollo, pavo o pato, que son comúnmente vistas como alternativas más saludables. Sin embargo, los resultados respecto a estas carnes aún son inciertos y requieren más investigaciones. A pesar de ello, el análisis sugiere que el consumo habitual de carne roja, tanto procesada como no procesada, debe ser controlado y limitado para reducir el riesgo de diabetes tipo 2.

Los especialistas en salud recomiendan reducir la ingesta de carne procesada y roja, enfatizando la importancia de seguir dietas más equilibradas y variadas que incluyan fuentes de proteínas de origen vegetal o carnes magras. El objetivo es prevenir no solo la diabetes tipo 2, sino también otras afecciones como enfermedades cardiovasculares, que están igualmente relacionadas con un consumo elevado de estos productos.

Este estudio refuerza la necesidad de revaluar nuestras elecciones alimenticias y su impacto en la salud a largo plazo, subrayando que la moderación y la variedad en la dieta son clave para mantener un estilo de vida saludable y prevenir enfermedades crónicas.

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