JUAN Y MEDIO EN LO DE ÉVOLE

La denuncia de Juan y Medio en Lo de Évole sobre cómo la sociedad trata a las personas mayores

Juan y Medio lleva presentando desde hace 15 años un programa protagonizado por historia de personas mayores que buscan compañía. Junto a Jordi Évole ha hablado de cómo es testigo de la soledad de estas personas que acuden a su programa, como les ha tratado la vida y todavía hoy como les ningunea la sociedad.

Juan y Medio

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Jordi Évole ha estrenado una nueva temporada de su programa Lo de Évole con un conocido invitado Juan y Medio. El presentador lleva ya más de una década presentando un programa en Canal Sur protagonizado por personas mayores (La tarde, aquí y ahora). La peculiaridad de este programa es que está pensado para que los adultos mayores que puedan sentirse solos o solo quieran conocer gente acuda al programa. Tras 15 años en emisión Juan y Medio ha sido testigo de muchos testimonios y tiene muy claro que es lo que buscan y necesitan las personas mayores.

El presentador ha hablado sin pelos en la lengua de cómo trata la sociedad a la tercera edad, de la soledad que sufren muchos, y como en ocasiones no han podido vivir una vida plena, sino una vida que se les ha sido impuesta por el tiempo que les tocó vivir.

"La gente está sola en su casa"

El presentador ha hablado sin pelos en la lengua de cómo trata la sociedad a la tercera edad, de la soledad que sufren muchos, y como en ocasiones no han podido vivir una vida plena, sino una vida que se les ha sido impuesta por el tiempo que les tocó vivir." No obstante parece que ese respeto se ha ido perdiendo con los años, también destaca la soledad que impera en esta generación, destaca que "Hoy en día, la gente está muy sola en su casa", ya que antes las familias se hacían cargo de los adultos mayores pero esto también cada vez va a menos.

Asegura el presentador Juan y Medio que en realidad mucha de la gente que acude a su programa más que una pareja en sí, busca sobre todo compañía "Han dicho, 'si no me llama ningún hombre, también vale alguna mujer que esté sola y que quiere dejar de estarlo, y se viene a casa, y estamos las dos juntas, nos preparamos la comida juntas, vamos a misa, charlamos, paseamos...'". Pero también viven su sexualidad, señala el presentador "Puede no haber consumación, pero sexo, hay. Hay besos, hay caricias, hay piel con piel, hay el estar abrazados en una cama los dos desnudos con 80 años".

La generación que ha vivido para otros

Otras de las reflexiones más interesantes es sobre como han vivido esta generación, "Es una generación que vivió para sus padres y ahora vive para sus hijos" señala Évole ya que por la época que les tocó vivir había más represión en la sociedad, presión por parte de los padres, por la religión... y ahora esa presión también la tienen por parte de los hijos.

Sobre esto también destacan la dura vida que han vivido los homosexuales que hoy son ya ancianos "Los hartaban de bofetadas en Madrid, en Barcelona, en Bilbao... donde emigraban les pegaban y en el pueblo no les hablaba ni Dios" obligados en muchos casos a llevar una vida que no deseaban "Aquí vienen personas que han tenido hijos en su matrimonio. También vienen otras personas, señoras que te dicen 'me case con él, pero él no tenía ningún interés en mí. Yo vi que pasaban los años, me hice mi hijo y nunca más quiso saber nada de mí'. ¿Te imaginas saber que estás condenada hasta que esa persona fallezca porque el divorcio no está permitido y tienes que vivir con una persona que no tiene ningún interés en ti porque se ha visto obligado por la sociedad a estar con una mujer?" El presentador señala que es maravilloso que hoy puedan ir a su programa con libertad y que un hombre mayor diga que busca un hombre o que una mujer diga que va en busca de una mujer.

El egoísmo de los hijos

Por último, una de las reflexiones que resalta Juan y Medio sobre la experiencia de su programa es el egoísmo que encuentra en muchos hijos de las personas mayores que quieren acudir a su programa, les amenazan con los nietos, o aseguran que las personas mayores que quieren acudir no están bien de la cabeza. Señalando que para decidir lo que quiere hacer con su vida "no se fían de ella" sin embargo, no suele haber ningún problema para dejar a los niños el fin de semana. "Lo más valioso que tengo, que son mis hijos, sí que te los dejo, para que los levantes, los acuestes, les des de comer y, si están enfermos, los cuides. Pero no me fío de ti para que dejes de estar sola".

Hablando en Plata» Experiencia

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