EFEMÉRIDE

Así fue la tragedia del Transbordador Espacial Challenger hace 39 años

Era la primera misión en la que una civil, una profesora, iba a al espacio. Sin embargo, el sueño se truncó segundos después del despegue. Hoy se cumplen 39 años de esta tragedia espacial.

El Challenger iniciando su último vuelo.

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Hace 39 años, el 28 de enero de 1986, el Transbordador Espacial Challenger despegaba del Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral, en Florida, sin embargo, tan solo 73 segundos después explotó llevando consigo a los siete tripulantes.

Todos los accidentes son terribles, pero la explosión del Challenger conmocionó más a la población ya que era la primera vez que un civil, a pesar de haber recibido entrenamiento, estaba entre la tripulación, se trataba de la profesora Christa McAuliffe, quién iba a ser la primera docente del programa Teachers in Space (Maestros en el espacio) con la intención de que la maestra impartiera clases desde el transbordador.

Junto a ella iban los astronautas Michael J. Smith, Francis "Dick" Scobee, Judith Resnik, Ronald McNair, Ellison Onizuka y Gregory Jarvis. La misión STS-51-L, tenía como objetivo principal poner el órbita dos satélites el TDRS-B y SPARTAN-Halley.

Tripulación del STS-51-L Challenger
Tripulación del STS-51-L Challenger | NASA I Dominio Público

Los familiares y amigos de los tripulantes además de los alumnos de la maestra presenciaron en directo la desintegración del Challenger, que como otras veces también retransmitido en directo por televisión.

¿Qué causó el accidente del Challenger?

Ese 28 de enero fue un día especialmente frío, y esa fue una de las principales razones por las que los fatales errores en cadena llevarían al trágico final. El principal fallo del accidente fueron las juntas tóricas del cohete derecho, un pequeño elemento que debido a las bajas temperaturas no logró sellar bien los tanques de combustible que acabaron explotando y desintegrando el transbordador excepto la cabina donde estaba la tripulación. Esta cayó al mar a más de 15.420 metros de altura. Estos no tenían ni paracaídas ni equipo de eyección algo que fue posteriormente muy criticado. Estos no sobrevivieron al impacto del transbordador contra la superficie del océano.

El Challenger se desintegra por los aires.
El Challenger se desintegra por los aires. | NASA I Dominio Público

La NASA suspendió temporalmente sus vuelos espaciales hasta 1988.

Hubo ingenieros que trataron de advertir sobre el peligro del lanzamiento ante las inusuales bajas temperaturas de Florida de esa mañana especialmente Roger Boisjoly, este redijo correctamente, basándose en datos de lanzamientos anteriores que la junta tórica del cohete podía fallar si el lanzamiento se producía en un día de temperatura fría.

Sin embargo, la NASA ya había retrasado varias veces el lanzamiento, y su argumento ante la insistencia de los ingenieros de Thiokol (responsables de las juntas tóricas) era que si fallaba la junta tórica primaria, la segunda se sellaría igualmente, algo que había sido probado. Por lo tanto, decidieron seguir con el lanzamiento previsto.

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