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Si tu pareja ha fallecido, pero no estabais casados, debes cumplir una serie de requisitos para poder optar a la pensión de viudedad. A continuación, te contamos cuáles son las condiciones.
El pasado enero entró en vigor la reforma de las pensiones y la subida del Índice de Precios de Consumo (IPC). Los pensionistas cobraron la subida del 8,5% en la ayuda mensual. Sin embargo, una de las cuestiones más habituales es si las parejas de hecho tienen el derecho a recibir la pensión de viudedad. Según la Seguridad Social existen una serie de requisitos que el solicitante de esta pensión debe cumplir.
Esta institución establece que podrán optar a la pensión de viudedad aquellas personas cuyo marido o mujer haya fallecido. Sin embargo, si no existe un matrimonio entre ambos y se trata de una relación de pareja de hecho también podrán beneficiarse. El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones establece una serie de condiciones y requisitos que deben cumplir en caso de que uno de los dos fallezca.
Cuáles son los requisitos para solicitar la pensión de viudedad si eres pareja de hecho
1. Podrá optar a esta pensión aquella pareja del fallecido siempre y cuando la relación estuviese inscrita en el registro específico de la Comunidad Autónoma o ayuntamiento correspondiente al menos dos años antes del fallecimiento.
2. Tendrá que acreditar una convivencia estable durante los últimos 5 años.
3. Ambos en ningún momento deben haber estado casados ni separado de otra persona mientras estuvieran juntos.
Cuándo puedo recibir la pensión de viudedad
1. Si el fallecido estaba dado de alta en el régimen general. Eso sí, siempre y cuando hubiera cotizado más de 500 días en los últimos cinco años. En caso de no haber estado de alta, tendría que haber cotizado mínimo 15 años antes de estar inactivo laboralmente.
2. Si el fallecido tenía una pensión contributiva o tenía derecho en el momento de fallecer.
3. Era pensionista por una incapacidad permanente.
¿Puedo recibir otras pensiones a la vez?
Esta pensión de viudedad es compatible con otras actividades como con la renta de trabajo y con la pensión de jubilación o incapacidad permanente.