PRIVILEGIOS POLÍTICOS EN DEBATE
¿Mito o realidad? Esto es lo que cobran de pensión al jubilarse los políticos españoles
Los expresidentes del Gobierno de España disfrutan de una pensión vitalicia, garantizando una jubilación cómoda. Sin embargo, los diputados no comparten este beneficio.
Publicidad
En España, el debate sobre las pensiones de los políticos ha sido un tema recurrente, especialmente cuando se trata de las diferencias entre los expresidentes del Gobierno y los demás cargos políticos. Los expresidentes del Gobierno de España, tras dejar su cargo, tienen garantizado un sueldo vitalicio, un privilegio que no está al alcance de otros políticos como los diputados o senadores.
Esta medida, implementada en 1992 durante el gobierno de Felipe González, asegura que figuras como Mariano Rajoy, José Luis Rodríguez Zapatero, José María Aznar y el propio González, entre otros, continúen recibiendo un salario considerable después de dejar el poder. Una vez que Pedro Sánchez finalice su etapa como presidente, también podrá acceder a este beneficio.
El importe de esta pensión vitalicia es revisado y actualizado anualmente en los Presupuestos Generales del Estado. En 2022, por ejemplo, la paga vitalicia de los expresidentes alcanzó los 74.580 euros anuales. Este monto contrasta significativamente con el salario mínimo interprofesional (SMI) en España, que en ese mismo año era de 15.876 euros anuales.
Este salario vitalicio está destinado a cubrir gastos de oficina, atenciones de carácter social y, en algunos casos, alquileres de inmuebles. La cantidad asegurada permite a los expresidentes disfrutar de una jubilación tranquila y sin preocupaciones financieras, un privilegio exclusivo que no se extiende a otros miembros de la clase política.
La jubilación delos diputados: un caso diferente
A menudo se cree que los diputados y otros altos cargos políticos tienen derecho a un salario vitalicio tras dejar su puesto, pero esto es incorrecto. Solo los expresidentes del Gobierno disfrutan de esta pensión vitalicia. Antes de 2011, los diputados contaban con una serie de privilegios en relación con su jubilación, como requisitos específicos de cotización y acceso a la pensión máxima vitalicia. Sin embargo, esos privilegios fueron eliminados cuando José Bono presidía el Congreso de los Diputados.
Desde entonces, los diputados deben cotizar al igual que el resto de los trabajadores afiliados a la Seguridad Social. Para acceder a una pensión contributiva de jubilación, están sujetos a los mismos requisitos de cotización que cualquier otro ciudadano.
No obstante, los diputados pueden recibir dos indemnizaciones tras dejar su cargo: una por la disolución de la Cámara y otra por el cese de su actividad como diputados. Estas indemnizaciones no son vitalicias y no equivalen a la pensión que reciben los expresidentes.
Este contraste en el trato entre expresidentes y diputados genera un debate constante sobre los privilegios políticos y la equidad en el sistema de pensiones, un tema que sigue suscitando el interés y las críticas de la opinión pública.
Publicidad