CONSUMO
La inflación encara el tramo final del año al alza con la energía como factor clave
Los expertos creen que la inflación seguirá subiendo en el último trimestre del año debido sobre todo al carburante y los precios de la energía.
Publicidad
La inflación en España ha iniciado una tendencia alcista que, según coinciden los expertos, se prolongará hasta final de año, un repunte que llega tras meses de moderación y cuya intensidad dependerá de los mercados energéticos, especialmente del precio del petróleo.
El índice de precios de consumo (IPC) suma ya dos meses consecutivos al alza -en julio sumó cuatro décimas, hasta el 2,3 %, y en agosto, tres más, hasta el 2,6 %- y aunque el indicador se encuentra lejos de las tasas superiores al 10 % registradas en el verano de 2022, los expertos coinciden en que se trata de un cambio de tendencia.
La economista senior de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) María Jesús Fernández calcula que la tasa de inflación se acelerará a partir de septiembre debido principalmente al denominado "efecto escalón" -es decir, al hecho de comparar con unos meses de 2022 en que los precios energéticos caían con mucha intensidad-, lo que situará la tasa de diciembre en el 5 %.
Menos intensa es la escalada que espera BBVA Research, cuyo economista jefe para España, Miguel Cardoso, prevé tasas interanuales a final de año de alrededor del 4,3 %, lejos del 3,5 % que pronosticaba hace unos meses.
Detrás de estas revisiones está la evolución de la energía, que es uno de los elementos que tiene mayor peso en la composición del IPC: el grupo de transporte, que es donde se encuadran los carburantes, constituye el 13,8 % del indicador, el segundo grupo que más pondera solo por detrás de la alimentación (19,6 %).
El IPC de agosto ya recogía un encarecimiento de los productos energéticos del 3,5 % con respecto a julio, con subidas mensuales en los carburantes (3,5 %) y la electricidad (5 %), aunque la comparación con el mismo mes de 2022 todavía muestra bajadas.
Los precios de los carburantes reflejan de manera prácticamente inmediata, señalan los expertos, la cotización internacional del crudo, que ha escalado progresivamente a lo largo del verano hasta situar estos días el barril de crudo de Brent por encima de los 90 dólares, cuando en junio llegó a tocar los 70 dólares.
Todo apunta a que estos elevados precios del crudo -que, a pesar del repunte, están aún muy lejos de los más de 120 dólares el barril que llegaron a anotarse en marzo de 2022, tras la invasión de Ucrania- no van a bajar mientras se mantenga el recorte de producción por parte de Arabia Saudí y Rusia.
De hecho, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha advertido esta semana de "un importante déficit de oferta de petróleo" este otoño en un contexto de repunte de la demanda, que según la OPEP crecerá este año un 2,4 % y el próximo, un 2,2 %.
Funcas espera que el crudo cotice en torno a los 90 dólares el barril el resto del año, 5 dólares más que en su anterior estimación, y también BBVA Research prevé que se mantenga en torno a los 85 o 90 dólares el barril, lejos de entre los 70 y 80 dólares del primer semestre.
Cada 10 % de subida del crudo, explica Cardoso, se convierte en un punto de subida de la inflación, lo que elevará el IPC español este año a una media cercana al 4 %, en línea con lo que espera Funcas (3,9 %) pero lejos de la estimación del Banco de España (3,2 %), que es previa al encarecimiento de la energía.
El elemento clave, coinciden Cardoso y Fernández, no es tanto el efecto directo del encarecimiento energético, aquel se que produce en los carburantes o la electricidad, sino el indirecto, es decir en qué medida se transmite al resto de bienes y servicios de la economía.
Y muy especialmente, apunta Fernández, hasta qué punto esta subida "es temporal o permanente", algo que depende de las condiciones de mercado y que el economista de BBVA Research espera que en esta ocasión sea más rápida que en otras anteriores debido al contexto de alta inflación.
Más allá de la energía, el otro elemento clave que determinará la inflación en los próximos meses es el precio de los alimentos, algo difícil de vaticinar, señalan los expertos, porque depende de factores exógenos como la sequía.
Publicidad