JUBILACIÓN
Cómo obtener los complementos a mínimos en la pensión de jubilación
La Seguridad Social ha establecido una serie de requisitos en los que los jubilados van a poder cobrar los complementos a mínimos.
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Desde el pasado febrero, los jubilados que lo hayan solicitado podrán gozar de su pensión contributiva por parte de la Seguridad Social. No obstante, la propia administración también ha facilitado la posibilidad de tener derecho a los complementos a mínimos. Se trata de una cantidad complementaria que se añade al importe de la pensión, en su modalidad contributiva.
Y es que, al calcular la cuantía de la pensión contributiva de la jubilación, puede resultar que el importe resultante sea inferior a la cuantía mínima establecida cada año por el propio Gobierno. Es por ello, que aparecen este tipo de complementos. Todo ello, si el jubilado cumple una serie de requisitos.
Entre ellos, como es de esperar, es necesario acreditar la residencia en el territorio español, así como que la cuantía de la pensión de jubilación calculada suponga un importe inferior a la pensión mínima vigente. Con la revalorización de las mismas, la cifra asciende a los 1033 euros mensuales y con un cónyuge a cargo. En el caso contrario, la cuantía sería de 825,20 euros mensuales.
Del mismo modo, es importante que el pensionista cumpla con un requisito de límite de rentas. Es decir, no poseer ingresos mensuales propios superiores al 75% del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), excluida la parte proporcional de dos pagas extraordinarias.
Con respecto al límite de ingresos, desde la propia Seguridad Social aclaran que los complementos a mínimos son incompatibles con la percepción de rendimientos del trabajo por parte del pensionista. Asimismo, esto también ocurre con los rendimientos de actividades económicas y ganancias patrimoniales.
Por todo ello, es importante aclarar que la pensión no contributiva de jubilación está destinada a aquellas personas que no han cotizado lo suficiente a lo largo de su vida laboral y que se encuentran en riesgo de vulnerabilidad económica. Todo ello, para garantizar una jubilación digna y que se ajuste a las necesidades individuales de cada pensionista.
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