CADA VEZ MÁS EN DESUSO
¿Adiós a las monedas de 1 y 2 céntimos? Europa podría eliminarlas
La Comisión Europea está estudiando la posibilidad de retirar las monedas de 1 y dos céntimos de la circulación por el gasto que supone la fabricación de estas.
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En un mundo cada vez más digitalizado y tras la pandemia donde el uso del dinero en efectivo se vio seriamente reducido, la Comisión Europea está estudiando la posibilidad de eliminar las monedas de 1 y 2 céntimos ya que su uso es cada vez menos y sin embargo, sus costes de fabricación y emisión son altos, ya que cuestan más hacerlas que su valor real.
Aunque es un debate que lleva años planteado parece que la decisión final podría estar muy cerca ya que podría producirse a finales de este año. Una opción por la que la actual presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen parece estar muy a favor. No obstante, y a pesar del ahorro previsto, todavía está en marcha un estudio sobre cómo podría afectar la desaparición de estas monedas a Europa.
Sobre esta cuestión respondía recientemente el eurodiputado Ivars Ijabs destacando que podría haber "Una gama completa de opciones" empezando por "la no acción, pasando por leyes indicativas, hasta propuestas legislativas de la UE para suspender (las monedas) e introducir reglas de redondeo a nivel de la UE".
Sin embargo, aunque parece que el 70% de los europeos está a favor de su eliminación, tras una encuesta que se hizo en 2021. Esta opción pude tener ciertas desventajas a nivel de usuario.
En primer lugar, que favorecerá a que se use más el uso de pago mediante tarjetas de crédito o sistemas NFC (pago con móvil) en el caso de que los precios no sean redondeados, por lo que afectará más a que se siga perdiendo poco a poco el uso de efectivo. Hay que recordar que las personas mayores de 60 siguen usando el dinero en efectivo principalmente como método de pago principal.
Y en segundo lugar, como señalábamos en el párrafo anterior, que se tenderá a redondear los precios y en muchos casos es probable que se haga al alza como ya pasó cuando nos despedimos de la peseta y nos pasamos al euro en el 2001.
Por otro lado, es una realidad que son monedas que por su pequeño tamaño son incómodas de usar y es "calderilla" de la que la mayoría de la gente se quiere deshacer cuando las recibe.
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